NutriConceptos

Lo que las etiquetas esconden I

16 junio, 2016

Una seguidora tras leer el post “el monstruo de las galletas”, me escribió un comentario pidiendo un poco más de información sobre aquellos ingredientes en los que debemos colocar un radar para poder detectar y evitar productos perjudiciales. Así que he querido dedicar un par de posts a la parte teórica del etiquetado para hablar de qué ingredientes hemos de vigilar y sus riesgos.

etiquetado nutricional

Lo que las etiquetas esconden

En primer lugar, he de decir que no hay nada mejor que las materias primas. Un dato muy interesante es el que el martes dio Juan Revenga en su intervención “Hacer dieta engorda” en las I Jornadas de Aliméntate con Ciencia en Gijón:

“Nuestros abuelos vivían con una oferta de 100 productos y ahora tenemos 30.000” Fuente: Libro Blanco de la Nutrición en España.

Es decir, nos sobran 29.900 productos.

Si todavía no te has iniciado en la lectura de etiquetas os invito a visitar estas páginas:

Recuerda que el orden de los ingredientes importa, ya que el primero que aparece es el de mayor presencia  en el producto y el último el de menor.

Leer los ingredientes y la información nutricional son las únicas acciones que nos puede dar luz sobre lo que esconde un producto tras su publicidad y su bonito envase. Podemos encontrarnos sorpresas de varios tipos:

  • Productos que parecían saludables, o eso dicen en el anuncio. Esto nos puede suceder con infinidad de productos, aquí tienes algunos:
  1. Yogures que no sean “yogur natural” y punto.
  2. Cereales infantiles, mejor dicho, azúcar con algo de cereal.
  3. Cereales “para tener un tipazo” sean Special K, Corn flakes o Fitness; mira los ingredientes y el porcentaje de azúcar. ¡De saludables nada!
  4. Zumos envasados = azúcar y azúcar por muy grande que sea la palabra NATURAL del envase.
  5. Barritas de cereales con cacao, tortitas de arroz con chocolate o “yogur” o sustitutivos de comidas.
  6. Productos ecológicos: la distorsión de que lo ecológico es más saludable es muy común. Porque un producto sea ecológico no significa que su composición sea más saludable, no confíes a ciegas y lee las etiquetas.
  • Etiquetas engañosas, por ejemplo, productos “sin azúcar” pero con sirope o jarabe o fructosa o bien “con aceite de oliva” pero que en su mayor parte es aceite de palma y luego incorporan algo de aceite de oliva.
  • Productos que son un timo, lo que la OCU declara como Etiquetas trampa como purés de verduras con un 25% de vegetales o batidos de fresa con 0% de fresas. Aquí tienes otros ejemplos:

  • Productos “light” o “bajos en”, los cuales reducen una cantidad de azúcares o grasas (no su totalidad) del producto para que legalmente puedan incluir esta terminología en la etiqueta. Te recomiendo el artículo Lo que no sabes de los productos light de Julio Basulto.

Ahora, a instalar radares para detectar:

Azúcar, azúcar de caña o moreno, fructosa, sirope, jarabe, etc.

Primero interioricémoslo, nuestro organismo no necesita azúcar para funcionar, ya que obtiene glucosa de otras fuentes alimenticias muy saludables como los cereales integrales, la fruta o las legumbres.

Estos son algunos de los términos que esconden azúcar y debemos evitar, o como mínimo, pueden aparecer entre los últimos ingredientes: Fructosa, dextrosa, glucosa, lactosa, galactosa, maltodextrina, melaza, jarabe de maíz, jarabe de maíz alta en fructosa, azúcar pulverizada, maíz dulce, azúcar invertida, jarabe de arce, almíbar y jugo de caña. (Fuente: www.fitnessrevolucionario.com)

azucar

Azúcar y azúcar enmascarado

Todos ellos son azúcar o bien contienen en su gran mayoría, y como dice un gran nutricionista “Da igual saltar del piso 75 que del 74”. Todos ellos contribuyen a la aparición de aumento de peso,  diabetes, hígado graso no alcohólico y enfermedad cardiovascular.

El azúcar, igual que el alcohol, cuanto menos mejor. Así lo definió la OMS en las últimas recomendaciones:

“Tanto para los adultos como para los niños, el consumo de azúcares libres se debería reducir a menos del 10% de la ingesta calórica total. Una reducción por debajo del 5% de la ingesta calórica total produciría beneficios adicionales para la salud.” Fuente www.who.int .

Así que cuando vayas a consultar una etiqueta fíjate en los ingredientes y en el valor nutricional, teniendo en cuenta que cada terrón de azúcar son unos 4 gramos y un sobre tiene entre 5 y 7 gramos.

La sal.

En España excedemos descaradamente la cantidad de sal diaria recomendada. Le hemos cogido mucha manía a la sal de mesa, sin embargo no somos totalmente conscientes de la sal añadida que ingerimos con los productos procesados.

La ingesta límite recomendada es de 5 gramos de sal al día y consumimos cerca de 9,7 gramos.

Si te aparece en las etiquetas como «sodio», la cantidad diaria recomendada es de 2 gramos de este mineral al día.

¿Qué sucede si vivimos con exceso de sal? Que aumenta el riesgo de padecer problemas cardiovasculares (hipertensión) y retención de líquidos. Además, han salido investigaciones bastante sólidas que apuntan a que aumenta el riesgo de osteoporosis y formación de cálculos renales, ya que la sal incrementa la excreción de calcio por la orina y parece que tiene relación con otras patologías como la obesidad y el cáncer de estómago.

¿Qué alimentos aumentan potencialmente la ingesta de sal y debemos evitar? Quesos, embutidos, ahumados, curados, conservas, rebozados, congelados, precocinados, frutos secos (con sal), el pan, harinas con levadura, galletas, enlatados, salsas, sopas, salsa de soja, mantequilla, margarina, flanes, postres, aditivos (como el glutamato monosódico)…

También, hay algunos medicamentos que contienen sal.

En “La sombra del etiquetado II” acabaremos de instalar todos los radares. Hablaré de las harinas, féculas, almidones, aceite de coco y palma, grasas trans, etc. Si quieres recibirlo en tu correo puedes suscribirte a biografiadeunplato.com en el menú de la derecha.

¡Hasta la semana que viene!

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7 Comments

  • Reply #eldesayunodemaria día160 P3 | coneSedesalud 9 enero, 2017 at 11:27 am

    […] hago mucho incapié en que hay que leer etiquetas, lo veo fundamental y imprescindible para llevar una alimentación saludable y con las tortitas de […]

  • Reply Alegria 8 julio, 2016 at 8:27 am

    Ana mil gracias por tus posts, son súper intersantes y muy claros! Yo llevo ya bastante tiempo concienciadísima sobre el azúcar (en todas sus formas) y como le digo siempre a mi familia, si quieres algo dulce, come fruta!
    Lo que quiero atreverme a pedirte es, si lo crees conveniente, un post similar sobre el alcohol. A mí me cuesta mucho no tomar mi cervecita o vinito con el aperitivo o la cena si salgo algún fin de semana. Ya sé que siempre se dice que «hay que comer de todo con moderación» pero también sé que los DN decís, y con razón, que no, que no hay que comer de todo, sólo lo que es saludable… Y yo estoy convencida de que esto también aplica a la cervecita o al vinito… pero no sé bien por qué. Creo que es el desconocimiento el que nos lleva a tomar decisiones erróneas.
    ¡Mil gracias por todo!

    • Reply Ana Amengual 8 julio, 2016 at 5:11 pm

      Muchísimas gracias por tu comentario. El alcohol, igual que el azúcar, cuanto menos mejor. Pero tomo nota para escribir un post sobre el tema para concienciar sobre sus efectos 😉 Gracias por la sugerencia. Un saludo.

  • Reply Cris 30 junio, 2016 at 4:34 pm

    Pero ¿lactosa tampoco? Es que he llegado ver críticas a la leche maternizada porque era un 70-80% azúcar (no me acuerdo bien de la cifra) y ese azúcar era lactosa. ¿la lactosa endulza? ¿Hay que desconfiar de ella en todos los productos, sólo en los no-lácteos…?

    • Reply Ana Amengual 1 julio, 2016 at 8:17 am

      Hola Cris, gracias por compartir tus dudas. La lactosa es un disacárido que se encuentra en los lácteos. Una cosa es algo que naturalmente contiene lactosa y otra cosa es añadir lactosa para endulzar. La lactosa que está presente de forma natural, igual que la fructosa se encuentra en la fruta, no supone ningún problema a no ser que seas intolerante. Por eso es tan importante mirar las etiquetas, en los ingredientes encontrarás si la lactosa está añadida. Si te aparece entre los ingredientes significa que está añadida, si no aparece, como por ejemplo en la leche, significa que no se ha añadido. Un saludo.

  • Reply Beth 17 junio, 2016 at 6:01 pm

    Millones de gracias, Ana! Esperando con ganas the second season. 🙂

    • Reply Ana Amengual 20 junio, 2016 at 11:45 am

      ¡Gracias a ti! Esta semana lo publico 😉

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