Algunos ya estáis de vacaciones y otros las tenéis a la vuelta de la esquina. No puedo dejar que os vayáis con las manos vacías, sin unos consejos prácticos para que estas vacaciones sigáis una alimentación lo más saludable posible.
Tras escribir la primera y la segunda parte de “Lo que las etiquetas esconden”, en las que hablé de cómo valorar el contenido de azúcar, sal y grasas de los productos alimenticios, hoy publico la tercera parte sobre las harinas, féculas y almidones.
En primer lugar quiero recordar que estamos hablando de etiquetas y por lo tanto, de productos procesados y no de materias primas.
¿Qué son cada uno de estos ingredientes según la RAE?
¿Qué entendemos por refrescos? ¿Qué problemas de salud podemos tener debido al consumo habitual de refrescos? ¿Podemos tomar los que son light o zero? ¿Cuál es la mejor opción? ¿Existen los refrescos saludables?
Según la RAE, un refresco es una bebida fría o del tiempo. Sin embargo, ya no entendemos que una limonada o un vaso de agua fría con limón pueden ser buenas opciones de refrescos, si no bebidas de sabor dulce y con gas que vienen en lata o botella.
Fanta, Aquarius, Coca-Cola, Nestea, Tónica, Vichy Catalán, Trina… Te invito a dejar de comprarlos (inmediatamente) y a descubrir el mundo de los refrescos caseros saludables.
¿Engordan las aceitunas? ¿La sandía y el melón tienen mucho azúcar? ¿La tónica o el Vichy son refrescos saludables? ¿Y los refrescos light? ¿La lechuga por la noche nos hace retener líquidos?
- ¿Engordan las aceitunas?
No tiene ningún sentido que conozcamos tan bien los beneficios del aceite de oliva y luego apartemos unas buenas aceitunas “porque estamos a dieta”.
Si comparamos la composición de las aceitunas con el aceite de oliva podemos ver que:
- Una cucharada de aceite de oliva (13,5 gramos) tiene 119 Kcal y su composición es 100% aceite SALUDABLE.
- Cuatro olivas pequeñas enlatadas (12,8 gramos) tienen 15 Kcal, y su composición es un 10,68% grasas saludables y un 80% AGUA.