La semana pasada hablé de los diferentes engaños que pueden esconder las etiquetas, cómo detectar el azúcar y cómo valorar la cantidad de sal añadida en el producto teniendo en cuenta la cantidad diaria recomendada.
Una vez instalados los radares en el azúcar y la sal, hoy hablaremos sobre las grasas. ¿Qué grasas debemos evitar en los productos que consumimos? ¿Qué pasa con el aceite de coco y de palma? ¿El aceite de nabina y colza que tanto se evita, es perjudicial?