Pasamos todos los días tomando decisiones constantemente, algunas de forma consciente y otras no, unas más condicionadas y otras con plena libertad. Entre ellas siempre buscamos un equilibrio. Por ejemplo, si hemos tenido un día de aquellos especialmente difíciles en el trabajo llegamos a casa pensando que merecemos algo, una compensación, una alegría en forma de chocolate, galletas, bollos, fuet, cerveza o incluso una copa. Cómo si nos hiciéramos un favor…
En esos momentos comer de forma equilibrada parece imposible,
¿Por qué renunciar a ese capricho del día?
¡Sólo es uno al día! Pues bien, debería ser uno a la semana y contrariamente a lo que crees, NO LO NECESITAS. A esto quiero añadir una confesión que espero que os sirva de motivación, por lo que he ido experimentando (tanto en consulta como fuera de ella), a medida que te vas adaptando a una alimentación sana y conociendo mejores opciones de alimentación, menos te apetecen comer y beber este tipo de productos y bebidas.
¿Cómo empezar con un cambio en la alimentación? Paso a paso, comer de forma saludable es un estilo de vida, supone cambios en muchos aspectos, más de los que imaginas. Lo mejor para lograrlo es ir poco a poco.
- Mi primer consejo es que antes de ir a comprar, siempre cojas la costumbre de tomar un tentempié sano y que te sacie, ir a comprar con hambre nos condicionará cómo comeremos el resto de la semana. Por ejemplo, puedes comer fruta, un yogur con nueces, una tostada con pavo o queso fresco…
- Planifícate: Legumbres, pescado, huevos, frutas, verduras, cereales integrales… Organiza tu semana.
- Prepara la lista de la compra y no te entretengas en el supermercado. No vayas con todo el tiempo del mundo, ves a por lo que tengas en la lista siempre escogiendo la opción más saludable. ¿Cómo? LEE LAS ETIQUETAS SIEMPRE, compara productos: el aporte calórico (Kcal), grasas (sobretodo saturadas), hidratos de carbono (sobre todo aquellos indicados como “de los cuáles son azúcares”)…
- Tras leer los azúcares calcula: un sobre de azúcar contiene entre unos 5 a 7 gramos de azúcar y divide.. ¿Cúantos sobres de azúcar tiene aquello que sueles consumir?
Incluso hay productos que nos lo ponen demasiado fácil, como el clásico ejemplo del Nesquik: por cada 100 gramos 75,7 son azúcar, por lo tanto, nada más y nada menos que el 75,7% de cada bote o cada cucharada son puro azúcar. Te sugiero que esta comparación la hagas con todo pero especialmente con las salsas, cereales de desayuno, bebidas (incluso las vegetales “supersanas”), zumos, snacks y galletas.
¡Elige con la cabeza y no con el estómago!
En los próximos «consejos nutricionales» os mostraré productos que tenemos en el mercado, con nombres y apellidos, marcas y etiquetas, para ayudaros a elegir opciones más saludables.
2 Comments
Hola buenos días. He leído toda la información del post ya que me parece relevante para que compra tu cabeza y no tu estomago. Siempre podemos aprender algo nuevo y diferente que poder compartir con otros. Un saludo y buen trabajo!!
[…] Que compre tu cabeza y no tu estómago […]