Aquí estoy, por fin de vuelta tras mucho tiempo sin escribiros y me gustaría retomarlo para hablaros de figura del dietista-nutricionista. Muchísimas personas tienen infinidad de dudas sobre nutrición o quieren alimentarse mejor. Sin embargo, existen diferentes reacciones ante la idea de ir a un dietista para solucionar sus inquietudes sobre nutrición:
- Los que prefieren no hacer nada al respecto.
- Los que creen que no vale la pena pagar por ello, buscan visitas gratuitas (o casi gratuitas) o nos envían mensajes con sus objetivos pensando que les vamos a solucionar la vida a través de un mensaje, menospreciando nuestro tiempo y conocimientos.
- Los que «les gustaría un día ir a un dietista» pero tienen algunas ideas preconcebidas que les impide dar el paso definitivo.
- Los que consideran que su alimentación es importante y actúan y vienen a vernos con la decisión de mejorar su alimentación.
A los del primer y segundo punto, no les dedicaré demasiadas palabras. Simplemente cada uno hace con su vida y su salud lo que quiere. Los que, al contrario, sois de pasar a la acción y decidís mejorar vuestros hábitos con ayuda de un profesional de la nutrición, os quiero dar las gracias por confiar en nosotros y espero que vuestra experiencia haya sido/sea muy buena y hayáis mejorado vuestros hábitos.
Para los que todavía hay cosas que os frenan (los del punto 3) y no estáis seguros de que visitar a un dietista-nutricionista es lo que necesitáis o tenéis temores de qué podéis encontraros, a todos vosotros, si os identificáis con alguna de estas frases os recomiendo que leáis este artículo al completo.
- “El que va al dietista es porque tiene que adelgazar” o “si voy al dietista significará que soy consciente de que tengo un problema con mi cuerpo y demostraré a los demás que no soy feliz.”
- “El dietista me dará para comer día sí y día también ensalada y pollo a la plancha. Si te cansas y haces algo diferente o te lo saltas, te riñe. No hago dieta porque para mí esto es algo insostenible”.
- «El dietista me dará una dieta muy limitada y cerrada. Conociéndome me agobiaré y abandonaré. ¿Qué sabrá él que me apetece a mí para comer y para cenar?”.
- “Al dietista le da igual que esté pasando hambre o ansiedad. Solo tiene en cuenta la dieta, el objetivo y no las dificultades que pueda tener por motivos personales o laborales.”
- “El dietista me prohibirá comer todo aquello que me gusta, por lo tanto, me lo ahorro. Por ahora me resulta más cómodo conformarme con un peso/hábito poco saludable, comer productos procesados e ignorar los riesgos que esto conlleva.”
En primer lugar, me gustaría aclarar que quienes deciden mejorar su alimentación no demuestran estar en una mala situación y mucho menos tener problemas de autoestima. Querer alimentarse mejor es una forma de cuidarse, de quererse y respetar el propio cuerpo y su salud para mejorar su calidad de vida y prevenir enfermedades.
Antes de seguir combatiendo todos estos conceptos que pueden ser un freno en el momento de decidir si visitar o no a un dietista-nutricionista, quiero acercaros más a éste profesional sanitario.
¿Qué hace un dietista- nutricionista?
Tenemos claro que cuando nos aparece una mancha en la piel o un eczema debemos ir al dermatólogo, cuando tenemos un dolor muscular nos ayudará ir a ver un fisioterapeuta.
¿Y al dietista cuándo hay que ir? Si no tengo que adelgazar, la analítica me sale bien y no tengo ninguna intolerancia… ¿De qué me sirve?
Las dietas insalubres y la falta de actividad física están entre los principales factores de riesgo para la salud en todo el mundo. LA OMS.
Para informarte sobre alimentación saludable, ya que comer es el hábito que más veces realizas y que, día tras día, está condicionando y moldeando tu salud y tu futuro. Te asesoramos para mejorar tu alimentación y la de tu familia, te informamos sobre qué hábitos te ayudan a prevenir enfermedades y cuáles aumentan sus riesgos, te podemos dar pautas y recetas y nos aseguramos de que tu alimentación sea completa y saludable pero también segura y variada.
Ir a la consulta de un dietista- nutricionista con el objetivo de reeducar los hábitos alimentarios, es tan importante como cuando una persona va con el objetivo de perder peso o a causa de una intolerancia o una patología relacionada con la alimentación.
Al dietista-nutricionista hay que ir siempre que uno quiera cuidarse, aprender a comer sano y conocer a fondo una acción tan frecuente y determinante como la alimentación. Clica aquí para conocer mis consejos sobre alimentación saludable.
Más allá de la ensalada o el pollo a la plancha
Yo soy dietista y si he de comer pollo a la plancha cada día. ¡Me muero del asco!
Una dieta de este tipo no es una dieta personalizada, no está adaptada, no educa a comer sano, no es sostenible largo plazo y, por tanto, tiene los días contados. Es como la persona que va al gimnasio porque debe ir sin disfrutar ni una mínima parte y a los pocos meses abandona o se convierte en otra persona de “yo pago, pero no voy”.
Sea cual sea el motivo de vuestra visita, el objetivo principal del dietista-nutricionista es SIEMPRE la educación nutricional: que el paciente se lleve unos hábitos saludables y los conocimientos sobre nutrición que necesita para poder aplicarlos a lo largo de su vida.
El éxito del tratamiento dietético- nutricional está determinado por su adherencia. Si la persona no comprende qué es una alimentación saludable, el porqué de las pautas que se le han dado o no realiza un mantenimiento adecuado de poco nos servirán las visitas.
Para conseguir la máxima adherencia y cambiar los hábitos de la persona de por vida es importante que el tratamiento sea progresivo, gradual, a través de objetivos, coherente, comprensible para el paciente, adaptado y personalizado.
Una dieta saludable ayuda a protegernos de la malnutrición en todas sus formas, así como de las enfermedades no transmisibles, como la diabetes, las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer.
Vivir a base de ensalada y pollo a la plancha no es sano (algo que debe ser novedoso para algunos), ni es sostenible decirle a la gente que tiene que comer ni cenar cada día. Por este motivo, desaconsejo las dietas cerradas.
El fin de las dietas cerradas
¿Qué sabe un dietista, ni nadie, sobre qué es lo que te apetece mañana para comer? Totalmente de acuerdo.
Por eso los menús cerrados no educan ni son factibles a largo plazo, más bien todo lo contrario a nuestros objetivos: que aprendáis, creéis y, sobretodo, adquiráis unos buenos hábitos alimenticios en vuestro día a día y los tengáis con vosotros para siempre. Y otro aspecto muy importante es que transmitáis todo esto a vuestras familias y a los más pequeños para crear un ambiente saludable y responsable.
Si vais a algún dietista- nutricionista y os da una pauta o un menú cerrado, no temáis por preguntar e ir siempre más allá: ¿Porqué esto debe ser así? ¿En qué te basas para hacerme este menú? ¿Qué consideraciones debo tener diariamente y semanalmente para comer sano?
Otra cosa que me gustaría añadir es que, si estás preocupado por la composición de algún producto procesado que consumes habitualmente, lo mejor es que nos traigas los envases o alguna referencia en internet dónde aparezcan sus ingredientes y la tabla de composición nutricional.
Te resultará más provechoso ver cómo leemos las etiquetas y en qué nos fijamos que si simplemente nos preguntas si está bien o si está mal ese en concreto. De esta forma tú mismo podrás escoger productos más saludables sin tener que preguntar a nadie.
Empatizamos con tus emociones y sensaciones, ansiedad y hambre emocional.
La empatía, comprensión y humanización del trato con las personas a veces es lo que diferencia un buen profesional de uno… no tan bueno.
En mi opinión, un buen profesional es aquél que es capaz de implicarse contigo, hace de tu objetivo su objetivo, se actualiza, se informa y te informa, te da las herramientas que necesitas, comprende las dificultades que puedan existir y empatiza con las emociones de las personas.
También es cierto que puede sucederte lo mismo que te puede ocurrir con un médico general, un fisioterapeuta o un psicólogo, si no te convence cómo es el profesional sanitario que tienes delante, o no crees que conecte contigo de la forma que necesitas para que sea el apoyo en la etapa de cambio puedes ir a otro o pedir una segunda opinión. Pero porque uno no te guste, no quiere decir que todos los demás sean iguales.
Igual que sucede con todo el mundo, es difícil encontrar a dos personas exactamente iguales y esto mismo sucede con los dietistas: No encontrarás dos iguales, cada uno tenemos una personalidad y una forma de trabajar que nos caracteriza. Podemos gustar mucho a una persona y a otra por la que viene recomendada, no agradarle en absoluto.
No es sostenible, no es adherible.
Esto sucede con las conocidas dietas milagro o dietas con apellidos como la dieta de la piña y otras del estilo. Toda dieta que hagas en la que sigas unas pautas muy diferentes a lo que harás el resto de tu vida es poco sostenible y no tiene ningún futuro. Déjala cuanto antes porque es un esfuerzo en vano, aunque en los primeros meses parezca todo fantástico, a largo plazo tiene muy mal pronóstico.
¿Dietista-nutricionista o endocrino?
No se trata de ir a uno u otro, nuestra labor es diferente pero se complementan perfectamente.
La endocrinología es una disciplina de la medicina que se dedica al estudio del sistema endocrino y las enfermedades producidas por un inadecuado funcionamiento de éste. Algunas de ellas son la diabetes, hipotiroidismo, hipertiroidismo o enfermedad de Cushing.
El endocrino suele ayudar a los pacientes con algunas pautas, ya que el sistema endocrino y la alimentación están muy ligados. Sin embargo, mi recomendación es que con el diagnóstico y las pautas que puede dar un endocrino se visite a un dietista-nutricionista para poder traducir estos consejos generales en unos cambios alimenticios completamente adaptados a cada persona en concreto y sean sostenibles, prácticos
Ignorar las consecuencias de los malos hábitos.
Mirar hacia otro lado siempre es la opción fácil, pero luego es cuando vienen los sustos.
No debemos olvidar que somos personas libres y al final todo se basa en nuestras propias decisiones y prioridades en la vida, si nuestra salud no es nuestra prioridad y decidimos no tener en consideración todos los factores que la definen es algo muy respetable. Cada uno es dueño de su vida y de su cuerpo, pero nunca está de más informarse y saber qué hábitos tienen consecuencias.
A todos aquellos que hacen oídos sordos de las recomendaciones de alimentación saludable, me gustaría recordarles lo bien que estamos cuando estamos bien y qué mal lo pasamos cuando estamos mal:
“La salud no lo es todo, pero que sin ella todo lo demás es nada” Schopenhauer
Si se cae en una enfermedad en la que la alimentación ha jugado un papel, al menos que sea porque la persona, con el conocimiento adecuado, no ha querido seguir las pautas por cualquier motivo y no por desconocimiento.
¿Cómo es mi trabajo?
Aquí tienes un enlace del centro en el que trabajo en el que te explicamos cómo trabajamos, nuestra filosofía, metodología y datos de contacto por si necesitases más información.
Espero que este artículo te haya ayudado a conocer mejor a los dietistas, a nuestro trabajo y nuestros objetivos.
¡Hasta pronto!
4 Comments
Hola Ana me he sentido mal por tu comentario en el que dices que hay personas que buscan dietista gratis o mediogratis menospreciando vuestro trabajo y conocimientos. Eso que dices no es así,no se puede generalizar,hay personas con muy bajos recursos económicos y que necesitan alguien que les ayude en su alimentación por problemas médicos, como el hipotiroidismo,el cual es mi caso. Intento encontrar alguien que me eduque en mi forma de alimentarme para así mejorar mi problema, pero tampoco cuento con una economía fluida para poder destinar una parte del presupuesto de mi casa a este fin. Y no por eso menosprecio el trabajo y los conocimientos de nadie, solo intento en la medida de mis posibilidades mejorar mi calidad de vida.
Hola Noelia, siento que te haya hecho sentir mal mi comentario.
Entiendo lo que comentas y por eso luchamos por que la figura del dietista-nutricionista esté en la sanidad pública.
En el texto quiero referirme a que muchas veces recibimos mensajes con dudas de personas preguntándonos qué es lo que deben comer esperando que les hagamos visita por escrito a través de redes sociales u otras plataformas, sin embargo las pautas dietéticas personalizadas requieren de mucha más información, detalle y dedicación que no podemos resolver a través de un whatsapp o un mensaje privado de instagram ni por correo.
Socialmente se cree que una dieta, total es una dieta y es común recibir peticiones del tipo «quiero esto, envíame la dieta para esto» y no es tan sencillo. Es cierto que erré en poner menospreciar y en lugar de ese término debería haber puesto «ignorar».
Un saludo.
Hola me gustaría saber el precio por consulta …
Me sobran 10 kilos , si voy …me informarán como comer, cuidarme etc?
Hola,
Te envío información más detallada a tu correo electrónico. Un saludo.