Ya han sonado todas las alarmas, los carniceros están algo tensos y la población no sabe qué poner en sus platos y empieza a consultar sobre alimentación vegetariana. ¿Por qué?
Ayer la OMS señaló el consumo de derivados cárnicos como una causa de cáncer y que el consumo de carne roja podría también estar relacionada. El nivel de evidencia de la relación entre el riesgo de cáncer y el consumo de carne procesada es de grado 1 (hay suficiente evidencia) y el consumo de carne roja de grado 2A (hay evidencia limitada).
Comer diariamente una porción de 50 gramos de carne procesada
aumenta el riesgo de cáncer colorrectal en un 18%.
¿Qué son la carne roja y los derivados cárnicos?
Con carne roja nos referimos a todos los tipos de carne muscular de mamíferos, tales como la carne de res, ternera, cerdo, cordero, caballo o cabra.
Por otro lado, carne procesada se refiere a la carne que se ha transformado a través de la salazón, el curado, la fermentación, el ahumado u otros procesos para mejorar su sabor o su conservación. La mayoría de las carnes procesadas contienen carne de cerdo o de res, pero también pueden contener otras carnes rojas, aves, menudencias o subproductos cárnicos tales como la sangre. Ejemplos de carnes procesadas incluyen frankfurters (perros calientes/hot dogs/salchichas), jamón, salchichas, carne en conserva (corned beef), y cecina o carne seca, así como carne en lata, y las preparaciones y salsas a base de carne.
El jamón york, serrano, embutidos y la sobrasada están incluidos.
La copla de las salchichas y el bacon
No sólo se trata de bacon y salchichas ni “sólo” de cáncer:
- Se trata de otros alimentos además del bacon y las salchichas, que han sido los más oídos, pero como puedes ver también son procesados cárnicos el jamón york y las “sanísimas” hamburguesas de pollo.
- También se relacionan con otras enfermedades, como la obesidad o enfermedades cardiovasculares debido a su contenido en sal y en grasas saturadas que aumentan la tensión arterial y el colesterol.
¿Ha sonado la alarma?
Para nada, era algo que muchos (y especialmente los nutricionistas) ya sabíamos. Desde el 2007 existen evidencias convincentes sobre el consumo de derivados cárnicos y cáncer, y se ha investigado tanto debido a que:
- Su consumo es muy elevado.
- Su consumo es totalmente innecesario (el proceso de la elaboración de derivados cárnicos es antiguo y con la finalidad de su mejor conservación, pero ahora ya no lo necesitamos).
Los dietistas-nutricionistas promovemos la dieta equilibrada, y eso significa aconsejar que se eviten este tipo de productos, y lo mismo sucede con productos como el alcohol y los refrescos azucarados.
¿Son la carne y el tabaco igual de cancerígenos?
Las carnes procesadas no son tan peligrosas como el tabaco, pero el riesgo está en la cantidad de gente que consume de forma habitual este tipo de producto:
«En España el consumo medio de derivados cárnicos al día es de 40 gramos y existen estudios que relacionan el consumo de 20 gramos de estos alimentos con el riesgo de mortalidad.»
Muchas personas consumen estos productos de forma habitual y debe llegarle el mensaje, sin ser alarmante, de que es un hábito que deben cambiar, y para lograrlo de forma exitosa recomiendo, que igual que se visita al médico y se pide una revisión, se visite con un dietista-nutricionista. Especialmente a aquellos que tras la noticia:
- No saben cómo cambiar sus hábitos y qué deben hacer. Un profesional de la nutrición les ayudará de forma personalizada a realizar esos cambios poco a poco, en función de sus gustos, horarios, economía…
- Están sorprendidos / creen que es una noticia exagerada. Puede ser que no tengan información sobre alimentación equilibrada y recomiendo que se informen con un profesional.
Nuestra ventaja: La dieta mediterránea
El boom de estos alimentos se debe a que son fáciles de preparar y tienen buen sabor. Como recordaréis en el post sobre el azúcar, la industria también juega manipulando la palatabilidad de los alimentos. Mi consejo es que no entren este tipo de productos en tu casa, así aprenderás a disfrutar con otros más saludables.
En la dieta mediterránea el consumo de carne, sobretodo procesada, es bajo. Como siempre digo una alimentación saludable es aquella que es equilibrada y en nuestro equilibrio alimentario hay muy poca cabida (o ninguna) para los productos cárnicos procesados. Esto no solo mejorará tu salud, sino una mayor sostenibilidad:
El impacto medioambiental que supone el sistema actual de producción ganadera es insostenible
Y ahora ¿qué hago?
Si al suprimir o reducir el consumo de procesados cárnicos y carne roja respectivamente ha descuadrado tus menús, aquí tienes cómo puedes repartir de forma equilibrada los alimentos cárnicos a lo largo de la semana.
- 3-4 huevos a la semana
- 3-4 veces legumbre (+cereal) a la semana.
- 4-5 veces pescado a repartir entre azul y blanco.
- 1-2 días carne de ave o conejo.
- 1 día carne roja
- Esporádicamente puedes consumir derivados cárnicos.
Cuida tu alimentación, recuerda que debe estar adaptada a tus necesidades, ser variada, suficiente, completa y segura.
¡Hasta la semana que viene!
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