¿Sueles sufrir alguno de los siguiente problemas? reflujo, hinchazón de estómago, espasmos o pinchazos intestinales, hinchazón del abdomen o bajo vientre, problemas con las evacuaciones…
Puedes planteárte su solución de dos maneras:
Pensamiento A: “Voy al médico digestólogo/a para que me haga pruebas y así saber qué está pasando en mi aparato digestivo”.
Pensamiento B: “Algo no va bien en mi barriga. Voy a la dietista, que me diga qué es lo que me sienta mal y me haga una dieta para que me encuentre bien”.
Mi recomendación, es siempre empezar por el pensamiento A, porque los dietistas-nutricionistas no diagnosticamos y necesitamos saber qué pasa antes de plantear ningún tipo de pauta.
Podemos decirte qué creemos que puede ser o qué tipos de pruebas digestivas priorizar en función de los síntomas. Pero solo son suposiciones, no te podemos decir qué es lo que está pasando, y por lo tanto no podemos saber qué tipo de alimentación puede ayudarte.
Ten en cuenta que, en general, podemos decir que todas las pautas que hacemos, con el objetivo de mejorar las digestiones, son dietas de exclusión. Es decir, se retiran los alimentos que están produciendo el cuadro de síntomas y, en función del grado de intolerancia o malabsorción, se vuelven o no a reintroducir. Eso sí, siempre controlando que no hayan carencias nutricionales.
Si tienes molestias, gases, hinchazón, dolor, ¡lo que sea!, y no tienes ninguna prueba diagnóstica ni has hablado con un médico digestólogo/a sobre tus síntomas, te desaconsejo que tu primer paso sea visitar un/a dietista-nutricionista para que “adivine” que pasa.
Imagínate, vas sin pruebas a tu dietista y te hace una pauta en la que vas a tener que retirar ciertos alimentos, vivirás en la restricción una temporada sin saber realmente que pasa…. ¿Y si no ha acertado? Estarás en la restricción, seguirás con los mismos síntomas y quizás incluso se pueda agravar el problema de raíz. Y a esto debo añadir la mala leche que le entra a uno cuando no come todo lo variado que le apetece sin tener ningún resultado.
Mi objetivo en este artículo no es solo decirte que visites a un/a médico digestólogo/a antes de ir a un/a dietista-nutricionista, es darte algo de luz, describiendo los problemas digestivos más comunes que nos encontramos en consulta.
¿Crees que es un alimento en concreto el que no te sienta bien?
- Por ejemplo, si hay días que te sientes peor y otros estás genial, puedes hacer un registro alimentario de todo lo que comas a lo largo del día. Además, añade cada día unas notas sobre los síntomas que han aparecido (como hinchazón, gases, dolor, reflujo… e incluso puedes puntuar su intensidad del 0-10), o cómo has ido de vientre (puede resultar útil seguir la escala de bristol de las heces para valorar la evolución), etc.
- Si las molestias son muy persistentes, valora si puede ser un alimento o grupos de alimentos que consumas a diario los que te sientan mal. Puedes utilizar otras versiones de algunos productos para comprobar si al variarlas mejoran las molestias. Como, por ejemplo, cambiar cereales con gluten por los que no contienen gluten o los lácteos por versiones vegetales o sin lactosa.
Tanto si crees que has identificado algo en concreto como si no, has conseguido identificar ningún patrón, visita al médico digestólogo/a y comenta cuales han sido tus sensaciones.
¿Qué problemas digestivos me encuentro más en consulta?
Podría escribir un solo artículo explicando solo 1 de ellos. Pero como no quiero que esto sea eterno, y soy de la opinión que lo bueno, si es breve, dos veces bueno, os explicaré por encima cada uno de ellos.
Os recuerdo que el objetivo de este artículo, NO ES DAROS LA SOLUCIÓN A ESTOS PROBLEMAS, ES EXPLICAROS QUÉ PRUEBAS PODÉIS PEDIR A VUESTRO MÉDICO SEGÚN VUESTRAS SENSACIONES.
GASTRITIS/ ESOFAGITIS.
Algunos síntomas muy específicos (reflujo, quemazón, acidez…) y una gastroscopia suelen ser las claves para hacer este diagnóstico.
En estos casos es importante conocer la raíz del problema (estrés, malos hábitos, mucha medicación, infección por Helicobacter Pylori, hiperclorhidria, hipoclorhidria, etc.). Así que no os conforméis con la etiqueta “usted lo que tiene es gastritis”, preguntad cuál podría ser la raíz del problema.
Aprovecho que he mencionado el Helicobacter Pylori, para comentaros que tenéis disponible, en Youtube, este video en el que explico qué es esta infección, cuál es la mejor manera de diagnosticarla, tratamiento médico y recomendaciones alimentarias. También escribí un artículo y un libro (formato ebook) explicando detalles de la dieta aconsejada en estos casos (dieta de protección gástrica o de fácil digestión).
Otra afección, mucho menos común, es la dificultad y dolor al tragar, en estos casos recomendamos realizar pruebas por si el problema fuera una esofagitis eosinofílica. Podríamos decir que es un tipo de alergia que se produce en unass células presentes en la mucosa del esófago. Éstas, reaccionan a algún componente, se inflaman y producen estos síntomas tan molestos.
INTOLERANCIA A LA LACTOSA. MALABSORCIÓN DE LA FRUCTOSA Y SORBITOL.
Los síntomas más típicos son alteraciones gastrointestinales tras una ingesta. Puede ser dispepsia, malestar, diarreas, etc.
Para realizar estas pruebas se necesita tiempo: la persona tiene que estar casi 3 horas en el centro en el que se realice la prueba diagnóstica y debe tomar una disolución en concreto (dependerá de lo que se quiera diagnosticar), e ir expirando en una máquina cada 30 minutos.
El profesional que realiza la prueba va tomando nota de la concentración de gases de hidrogeno y metano que se generan.
En función de los resultados y cómo se ha encontrado la persona durante la prueba, el médico realiza un diagnóstico.
La diferencia entre la intolerancia a la lactosa y las malabsorciones, es que la primera no suele recuperarse (en pocos casos se consigue «arreglar» una intolerancia a la lactosa), sin embargo las malabsorciones a la fructosa y sorbitol, suelen ser secundarias a un estado alterado del intestino. En este último caso, si se encuentra la raíz del problema, puede solucionarse y mejorar la calidad de vida de la persona sin tener que vivir con restricciones alimentarias.
SIBO O SOBRECRECIMIENTO BACTERIANO.
Os diría que este problema y la infección por Helicobacter Pylori, son los diagnósticos que más me encuentro en consulta.
¿Qué síntomas puede generar el SIBO?
Se realiza igual que las anteriores, tomando una disolución de glucosa o lactulosa y expirando cada media hora en una máquina.
En estos casos, no solo debemos quedarnos en si es positivo o negativo, ni en si es positivo a hidrógeno o metano. En el caso que se haya producido esta alteración intestinal es importante tratar de indagar en la raíz del problema.
¿Qué causas pueden producirlo? Algunos fármacos, el estrés, adherencias intestinales, difunción válvula ileocecal, síndrome de asa ciega, hipoclorhidria, hipotiroidismo, insuficiencia biliar, déficit de encimas, diabetes, infección por parásitos, etc.
SENSIBILIDAD AL GLUTEN Y CELIAQUÍA
Para diagnosticar la celiaquía siempre se deben tener en cuenta los anticuerpos en sangre (antitransglutaminasa y antigliadina), la genética (HLA-DQ2 y HLA- DQ8) y por último, una biopsia intestinal.
También es importante la propia experiencia de la persona, es decir, si al eliminar el gluten la persona se encuentra realmente mejor y consigue eliminar sus problemas digestivos.
Por último, me gustaría añadir que desaconsejo totalmente las pruebas de intolerancia en sangre , las que se realizan en farmacias y cualquier otro tipo de prueba que no esté pautada por un médico digestivo.
Espero que te haya ayudado si es que sufres de problemas digestivos. ¡Muchos ánimos y hasta pronto!
1 Comment
Muy buen post, sobre todo por la valiosa información que entregan en cuanto a la alimentación, la cual ojalá fuera equilibrada en cuanto a verduras, frutas y ensaladas. Esto provoca nuestro bienestar corporal y mayor energía diaria.
saludos
Nicolás