NutriConsejos

Iniciativa por una #etiquetareal

10 marzo, 2016

El marketing y la publicidad de la industria alimentaria juegan un papel esencial en las decisiones que definen un hábito tan importante como la alimentación, un aspecto muy determinante en nuestra salud.

Pero no es oro todo lo que reluce en los anuncios y en los tentadores envases, los alimentos procesados vienen cargaditos de azúcar, sal, grasas vegetales o bien nos intentan dar gato por liebre.

¿Cómo saber si las frases, que tan bien venden los productos, son ciertas? Consultando el etiquetado. Los ingredientes y la tabla de composición nutricional son las únicas fuentes de información fiable que encontraremos en todo el envase.

Para dar a conocer las etiquetas engañosas, las que ocultan información y/o las que presumen de un ingrediente o nutriente el cuál es minoritario en el producto, Aitor Sánchez en su blog Mi dieta cojea, ha iniciado un movimiento con el lema #ETIQUETAREAL.

 

Si buscas #etiquetareal en Facebook, Twitter e Instagram encontrarás “la verdad” oculta de diferentes productos. Paremos los pies a los responsables de estos productos, dejémosles al descubierto para revindicar nuestro derecho a que la información que se nos da sea real y completa. Ojalá eso les acabe obligando a hacer unos productos de mejor calidad y a mejorar el etiquetado alimentario.

En los primeros minutos de este vídeo tienes varios ejemplos sobre engaños publicitarios y la verdadera composición de algunos productos (además tiene mucha más información sobre etiquetado, conservación, legislación…):

Quiero contribuir y aportar mi granito a esta iniciativa para reclamar nuestro derecho a la información, a una información real en la publicidad y en los envases de los alimentos que compramos y consumimos, que damos a nuestros hijos y a nuestros mayores con la mejor intención para que todos tengamos una alimentación saludable y una óptima salud.

Algunos ejemplos…

En esta leche de continuación encontramos como tercer ingrediente los aceites de palma, nabina, coco y girasol. El aceite de coco y palma  que son saturados (nada saludables), el de nabina es el de colza, que es saludable pero debido a su mala fama le han cambiado el nombre, y por último el de girasol, que no es tan malo como los de coco o palma, ni tan bueno como el de colza o el de oliva. Pero no sólo eso, además un 36,3% del producto es azúcar.

Leche

Aquí tienes una crema de verduras con un 40% de verduras, menos de la mitad de su contenido y además le añaden almidón de maíz y más azúcar que sal.

Crema

Gato por liebre

Aquí nos dan otros edulcorantes por stevia. Lo venden como que el edulcorante principal y único es la stevia cuando el componente mayoritario es otro edulcorante y las cantidades de stevia son ínfimas (0,005% y 0,027%, respectivamente). Incluso la misma stevia (típica presentación del edulcorante para endulzar el café) contiene únicamente un 1% del extracto de la hoja de esteviol y su componente principal es el eritritol.

Cacaolat

chocolate

Estevia

¡Pasemos a la práctica!

Mira los productos que tienes en casa o bien cuando vayas a comprar al supermercado:

  • No te fíes del envase, si indica que es un producto más rico en un nutriente o pone que es 100% natural, siempre mira los ingredientes y la composición nutricional.
  • El orden de los ingredientes importa (y mucho): Están en orden de mayor a menor presencia en el producto. Si entre los primeros está, por ejemplo, el azúcar, da igual que tenga vitamina B o mucha fibra, no es saludable.
  • ¿Cuántos gramos de azúcar tiene? Mira la composición e interprétalo tanto por unidad como por 100 gramos. Recuerda que un sobre de azúcar contiene 5-7 gramos de azúcar. ¿Cuántos sobres lleva? Si te preguntas dónde está el límite, es tan simple como CUANTO MENOS MEJOR, es decir, debemos evitar totalmente el azúcar.
  • En los ingredientes vigila los que son sinónimos de azúcar: fructosa, dextrosa, glucosa, lactosa, galactosa (casi cualquier cosa terminada en -osa es azúcar), azúcar de caña, maltodextrina, melaza, jarabe de maíz, jarabe de maíz de alta fructosa, azúcar pulverizada, maíz dulce,  jarabe de arce, almíbar o jugo de caña.
  • Si incluye aceite vegetal o aceites vegetales hidrogenados o parcialmente hidrogenados ¡Evítalos!
  • También hay que controlar el contenido en sal o sodio, aunque no seamos hipertensos. En todo un día debemos consumir menos de 5 gramos de sal al día (una cucharilla de moka, más pequeña que la de postre), lo que equivale a menos de 2 g de sodio diarios. Consulta y valora su contenido en sodio. Es diferente lo que dice de lo que significa:

Sodio

Aquí tienes un video que te puede ayudar a escoger mejor los productos en función del etiquetado: https://www.youtube.com/watch?v=7j8953hgDvQ

Si encuentras otro mensaje engañoso en un producto tras comprobar la etiqueta, hazle una foto y compártelo en tus redes con el hashtag #etiquetareal.

 

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